Ms. Iratxe Fresneda
Directora y guionista

Texto: Janina Pérez Arias- Mónica Urbina Pardo
Collage: María Pérez Martín

Ante todo Iratxe Fresneda (Bilbao, 1974) es directora y guionista, aunque en la realización de sus películas no ha dudado en asumir otros roles como el de productora o camarógrafa. Iratxe, como muchas directoras, no se limita, para ella no parece existir un techo. Y si los hubiese, los derribaría. Su curiosidad, determinación y alto sentido de la aventura le han llevado a transitar por infinidad de caminos. En todos ellos ha destacado y ha tomado varios elementos que se pueden reconocer en sus películas.

Para su doctorado, Iratxe estudió los estereotipos de la mujer en el cine de Lars von Trier, algo que a simple vista significaría meterse en un jardín espinoso. Luego para su debut en la dirección rescató la labor de la primera directora vasca Lirentxu Loyarte (Irrintziaren olhartzunak o Los ecos del Irrintzi), mientras que su segundo filme (Lurralde hotzak o Cold Lands) lo desarrolló como una road movie en búsqueda del significado de las imágenes cinematográficas.

En su tercera película, Tetúan, Iratxe dará otros pasos más ambiciosos que reafirman su inquietud y, tal como ella afirma, el mantener “ los ojos y los oídos abiertos a todos los estímulos”.


¿Cómo te convertiste en directora? ¿Cuándo te diste cuenta que esto era lo que querías hacer?

Creo que ha sido un proceso natural. Ver, analizar películas y enseñar procesos de creación es algo a lo que me dedico en la universidad. Es parte, también, de mi trabajo como investigadora audiovisual.

Antes de hacer mi primer largometraje había realizado pequeñas piezas y colaborado con otros cineastas. Con Irrintziaren oihartzunak (2016) tenía una historia muy potente que contar y tenía muy claro cómo hacerlo. Con la colaboración de personas como la artista Saioa Etxebarria y el montador Laurent Dufreche, mi primer proyecto se hizo realidad.

¿Qué se necesita para ser directora?

Tener una buena historia y saber cómo la quieres contar.

Creo que es importante la búsqueda de los modos de contar y rodearse de personas con las que te entiendes trabajando. El cine es soledad pero también es trabajo colectivo, tienes que sentirte cómoda en ambas situaciones.

Pero, por encima de todo, hace falta tener los ojos y los oídos abiertos a todos los estímulos, saber escuchar y valorar a las personas con las que trabajas.

¿Qué recuerdos tienes de tu primera experiencia profesional?

Muy buenos. Recuerdo que fue muy divertido gestar la historia y fundar, junto a Saioa y a Txelu Medina, Pimpi & Nella Films.

Después, ir a la sala de montaje me parecía una maravilla. Creo que el proceso de montaje fue una de las experiencias más estimulantes.

¿Qué es lo más difícil y qué es lo más placentero de tu trabajo?

Lo más complicado es el proceso de financiación. Cuando hablamos de directoras que al mismo tiempo son guionistas y productoras, conseguir el dinero suficiente para rodar y poder pagar a las personas que trabajan contigo es lo más complicado y duro a la vez.

Cuando te sitúas en el cine de los márgenes de la industria, la cosa se complica.

Para mí, todos los procesos creativos son placenteros. Disfruto pensando la película, pasándola al papel, rodando, montándola, compartiéndola. Todo me gusta.

¿Cuál es la experiencia más gratificante de tu vida profesional? ¿Cuál es la menos grata, cómo la superaste y qué aprendiste?

Quizá rodar Lurralde Hotzak, poder hacerlo desde la total libertad, vivir muchos procesos en total soledad.

La menos grata… No sabría decirte, quizá pueda tener que ver con situaciones ligadas a la financiación ¡Lo que me ha costado conseguir algo de dinero para costear los proyectos!

He aprendido a valerme por mí misma, a ser prácticamente autosuficiente en algunos momentos y a convertir la falta de medios en un reto.

¿Una anécdota relacionada con tu profesión que quieras compartir?

Una anécdota maravillosa ha sido durante la campaña de crowdfunding que hicimos para Tetuán nuestra tercera película. Un niño de la clase de mis hijas (se llama Danel) se enteró y él quería aportar dinero suyo, ahorrado. Me pareció un acto tan generoso. Viniendo de un niño, no sé, creo que hay esperanza. Fue algo muy bonito.

¿Quiénes han sido tus fuentes de inspiración? O ¿dónde has encontrado tus fuentes de inspiración?

En muchos lugares. En la vida misma, en el arte, la fotografía, en la música, en las películas de Vertov, Deren, Tarkovski, en las palabras de Fellini y Susan Sontag, en los libros de Ernest Gombrich, en John Berger, en el cine de Rithy Panh, von Trier, Alice Rohrwacher, Wim Wenders.

¿Cómo pueden las mujeres lograr mejores condiciones de trabajo en la industria audiovisual?

Creo que generando colaboraciones (y no hablo aquí de lobbies), olvidándose de los modelos competitivos y verticales. Creando unos nuevos modos de relación alejados de lo que nos enseñaron.

¿Cómo se consigue una mayor visibilidad de las mujeres de la industria audiovisual?

Con trabajo, como digo, alejándose de las corrientes mayoritarias y fijándose en los nuevos modos de contar, dónde el cine va mutando para no desaparecer.

¿Qué consejo le darías a las personas que quieren seguir tus pasos?

Que sigan sus propios pasos. Que abran la mirada y sus oídos a todo tipo de prácticas artísticas y que mantengan viva siempre su curiosidad.

 

Filmografía

Irrintziaren olhartzunak / Los ecos del Irrintzi (2016)

Lurralde hotzak / Cold Lands (2018)

Tetuán (2021-2022)

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