Ms. Melina León
Directora y guionista

Texto: Janina Pérez Arias- Monica Urbina Pardo
Collage: María Pérez Martín

Mientras Melina León cursaba estudios de dirección cinematográfica en la Universidad de Columbia de Nueva York en 2006, empezó a pensar su primer largometraje basado en hechos reales.

Años más tarde haría historia con Canción sin nombre (2019) una película sobre el tráfico de niños extraídos a mujeres indígenas durante los años 80 en Perú, al convertirse en la primera realizadora peruana en participar en la Quincena de Realizadores de Cannes.

Después del gran éxito internacional de su primera película, esta guionista, productora y directora desarrolla su próximo filme que tendrá lugar en Cusco (Perú).

¿Cómo llegaste a convertirte en directora? ¿Cuándo te diste cuenta que esto era lo que querías hacer?

Creo que me convertí en directora desde que era niña y descubrí la danza-teatro inspirada en el trabajo de Pina Bausch y el trabajo de creación colectiva de grupos como Yuyachkani en el Perú. Desde ese tiempo pensé que me dedicaría a algo relacionado a la representación, a la imagen y al sonido. Un poco más adelante, cuando era adolescente descubrí que había algo en la tecnología que me fascinaba, sobre todo los Betamax y los VHS, los Walkmans, las grabadoras de video. Y así, en algún momento pensé en mezclarlo todo y a eso lo llamé cine.

¿Qué se necesita para ser directora?

Paciencia, capacidad de observación, un cierto punto de vista, liderazgo, muy poquita capacidad de sentir miedo.

¿Qué recuerdos tienes de tu primera experiencia profesional?

Mi primer trabajo fue bajo el mando del gran poeta José Watanabe que también era guionista y director de arte. Fui su asistente en un rodaje. Fue una experiencia difícil y genial, yo realmente no sabía hacer muchas cosas y el pobre Watanabe tenía que aguantar mi inexperiencia así que se reía de mí. Sin embargo, cuando veía que ya había apretado mucho, me recompensaba con un poema y un consejo. Fue increíble compartir tiempo con él y conocer ahí a quien sería mi otra mentora, la gran Nené Herrera, vestuarista y poeta de la vida. A ella y a mi padre les dediqué Canción sin Nombre.

¿Qué es lo más difícil y qué es lo más placentero de tu trabajo?

Lo más difícil es trabajar con gente, sobre todo cuando hay egos de por medio y no se entiende que el trabajo es para la cámara y el sonido. Lo más placentero es trabajar con ese otro tipo de gente que no hace otra cosa que enriquecer tu espíritu con sus ideas y su compañía.

¿Cuál es la experiencia más gratificante de tu vida profesional? ¿Cuál es la menos grata, cómo la superaste y qué aprendiste?

La experiencia más gratificante ha sido escuchar de parte de algunas personas destacadas del mundo andino que Canción sin Nombre les representaba bien.

La menos grata, descubrir que algunos productores realmente solo trabajan por el dinero. Salí airosa por el apoyo de los amigos que trabajan conmigo. Aprendí que lo más importante es trabajar con personas íntegras así haya que esperarles mucho.

¿Una anécdota relacionada con tu profesión que quieras compartir?

Algunas de las mejores escenas de Canción sin Nombre no fueron planeadas, solo soñadas larga y profundamente.

¿Quiénes han sido tus fuentes de inspiración? O ¿dónde has encontrado tus fuentes de inspiración?

La poesía de José Watanabe, las películas de Jim Jarmusch, las pinturas de Marc Chagall, la música de Björk, las novelas de Haruki Murakami, la onda de Charles Bukowski.

¿Cómo pueden las mujeres lograr mejores condiciones de trabajo en la industria audiovisual?

Creo que hay que aprender a apoyarnos y eso pasa por conocer el contexto histórico en el que nos hemos desenvuelto. Es importante también organizarnos, pertenecer a asociaciones, darles tiempo, denunciar el acoso, tener prendido el chip de la solidaridad, siempre en el espíritu de proteger a quienes lo necesitan, no de destruir a los agresores.

¿Cómo se consigue una mayor visibilidad de las mujeres de la industria audiovisual?

Exigiendo paridad en los jurados, dándonos trabajo, viendo nuestro cine, leyendo sobre nuestro trabajo, compartiéndolo. Esto puede pasar en la prensa, en las redes sociales, en los gobiernos, en las organizaciones, en las casas. Siempre hay algo que podamos hacer.

¿Qué consejo le darías a las personas que quieren seguir tus pasos?

Que se nutran de todas las artes para su creación, que aprendan a observar lo que pasa a su alrededor, que trabajen con personas que las apoyen y que sean estupendas en lo suyo, que disfruten del privilegio de hacer cine y que se acuerden de lxs pobres.

 

Filmografía

Canción sin nombre (2019)

El paraíso de Lili (2009)

Girl with a Walkman (2007)

Una 45 para todos los gastos del mes (2000)

 

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